Queratosis actínica: Factores de riesgo
La queratosis actínica es un área de la piel dañada por la radiación ultravioleta que aparece en zonas expuestas al sol durante años. Su apariencia es variable.
¿Por qué se produce la queratosis actínica?
La queratosis actínica se produce por la exposición crónica de la piel a la radiación ultravioleta (UV) procedente del sol o de otras fuentes que emiten radiación UV (como las cabinas de bronceado). La radiación UV provoca alteraciones en el ADN de las células de la piel. Cuando se agotan o fallan los mecanismos reparadores del ADN, estas alteraciones producen mutaciones en unas células de la piel llamadas queratinocitos, lo cual lleva al desarrollo de queratosis actínica.
Factores de riesgo de la queratosis actínica
La luz del sol es la principal causante de la queratosis actínica. Esto implica que todos podemos desarrollarla. Sin embargo, hay ciertos factores que predisponen a que se acumule la exposición a la luz UV. Tienes más riesgo de desarrollar queratosis actínica si:
- Eres de edad avanzada: cuanto más tiempo hayas estado expuesto al sol, más riesgo tienes de desarrollar queratosis actínica.
- Eres hombre y tienes calvicie: al tener poco cabello en la cabeza, la protección frente a la radiación disminuye.
- Trabajas al aire libre.
- Practicas deporte u otras actividades recreativas al aire libre (golf, tenis…).
- Vives en un país cercano al ecuador: la latitud y altitud del lugar de residencia influyen en la cantidad de radiación UV recibida.
- Te expones a fuentes artificiales de radiación UV, como las cabinas de bronceado.
- Tienes la piel clara, sensible o con pecas; los ojos verdes o azules; y el pelo rubio o pelirrojo: todas estas características te predisponen a ser más sensible a la radiación UV.
Otros factores menos habituales, pero que también aumentan el riesgo de queratosis actínica, son los siguientes:
- Tener el sistema inmunológico debilitado, ya sea por una enfermedad o por el tratamiento con fármacos inmunosupresores (que bajan las defensas), por ejemplo, por haber recibido un trasplante de órgano.
- Padecer algún síndrome que conlleve alteraciones en los mecanismos reparadores del ADN, como el albinismo.
- Padecer fotosensibilidad. Ciertos fármacos ―por ejemplo, los diuréticos― pueden hacer que tu piel sea más sensible a la luz solar.
- Estar expuesto a tóxicos, como el arsénico, o fármacos que alteren el funcionamiento normal de las células.
Bibliografía
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