Acné: Tratamiento
El acné es un trastorno de la piel que generalmente aparece en la adolescencia y causa granos y puntos negros. El acné puede dejar cicatrices y tener repercusiones psicológicas. Por ello, es importante tratarlo pronto.
Tratamientos
Se suele recomendar una combinación de tratamientos para el acné, por lo que a veces se recomienda una combinación de tratamientos. Dado que las lesiones de acné tardan al menos ocho semanas en madurar, el tratamiento debe mantenerse durante un mínimo de dos a tres meses antes de decidir si es eficaz.
Evaluación previa al tratamiento:
Para determinar el tratamiento más adecuado para el acné de cada individuo, se requiere obtener la siguiente información de la historia clínica y la exploración física:
- Tipo clínico y gravedad del acné: Para determinar los tipos de tratamiento necesarios.
- Tipo de piel: Seca o grasa, a la hora de elegir un vehículo farmacológico tópico. Esta elección es importante porque condiciona la eficacia del tratamiento al afectar a la absorción y a la duración de la acción. Los vehículos tópicos son las diferentes formas adoptadas por el ingrediente activo (el medicamento), como la pomada, crema, gel, loción, aerosol o polvo.
- Presencia de cicatrices de acné: Indicará la necesidad de considerar el uso de terapias y tratamientos más agresivos para el acné.
- Presencia de eritema postinflamatorio o hiperpigmentación: Esto lleva a considerar la posibilidad de tratamientos para este tipo de signos.
- Periodicidad del ciclo menstrual e historia de signos de hiperandrogenismo en las mujeres: Para determinar la necesidad de análisis de laboratorio adicionales y la prescripción de tratamientos hormonales.
- Hábitos de cuidado de la piel y tratamientos previos para el acné: Identificar posibles problemas en el cuidado de la piel y tratamientos anteriores que pueden haber funcionado o no.
- Productos cosméticos u otros medicamentos: Identificar productos que puedan favorecer la aparición del acné.
- Impacto psicológico del acné en el paciente: Ayuda a determinar la necesidad de un enfoque de tratamiento más agresivo o con apoyo psicológico.
Principios del tratamiento:
El tratamiento del acné está destinado principalmente a trabajar en los factores clave que promueven el desarrollo de lesiones de acné: la hiperproliferación folicular y descamación anormal de las células epiteliales (queratinocitos), el aumento de la producción de sebo, el crecimiento excesivo de Cutibacterium acnes, y la presencia de inflamación.
La primera opción para la mayoría de los casos de acné son los retinoides tópicos que pueden causar enrojecimiento en la piel y, durante su uso, se recomienda aplicar un factor de protección solar (FPS) de 30 o más.
Enfoque para el tratamiento:
Un ejemplo de un enfoque general para el tratamiento inicial del acné, basado en la Academia Americana de Dermatología 2016, dependería del tipo de acné de los pacientes y su historia clínica (Tabla).
Enfoque general del tratamiento basado en el tipo de acné del paciente.
A. Acné comedoniano (No Inflamatorio): |
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B. Acné Papulopustular leve y mixto (comedoniano): |
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C. Acné Papulopustular moderado y mixto: |
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D. Acné severo (por ejemplo, Acné nodular): |
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Mantenimiento del Tratamiento:
En general, el acné resurge a lo largo de los años, por lo que el tratamiento de mantenimiento es un componente importante. Los pacientes deben tener en cuenta que normalmente se tarda al menos de dos a tres meses de tratamiento constante para ver resultados. A veces puede ser necesario hacer reajustes en el medicamento.
Cuidado de la piel con acné:
El cuidado de la piel es esencial para el tratamiento del acné. Para que el tratamiento sea más eficaz, se deben seguir determinados hábitos.
- Higiene de la piel: La cara no debe lavarse más de dos veces al día con agua tibia (no caliente) y con un limpiador facial suave sin jabón. No se recomienda el uso de toallitas vegetales o esponjas, ni frotar la cara porque puede empeorar el acné y dañar la piel. Los granos no se deben tocar porque pueden empeorar el acné, causar hinchazón y dejar cicatrices en la piel, o permitir que las lesiones se infecten.
- Cremas Hidratantes: El uso de una crema hidratante reduce la sequedad de la piel y, por lo tanto, la descamación. Deben usarse cremas con etiquetas que indiquen que no son comedogénicas para reducir la probabilidad de que los poros de la piel se taponen.
- Protección solar: Algunos tratamientos para el acné, como los retinoides o la doxiciclina, aumentan la sensibilidad de la piel a la luz solar, por lo que es aconsejable evitar la exposición excesiva al sol y utilizar siempre un factor de protección solar (FPS) de 30 o superior, que bloquee tanto la radiación ultravioleta A (UVA) como la radiación ultravioleta B (UVB).
Bibliografía
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